Universidad de Navojoa

Nace el sol con sus destellos de luz, destellos brillantes que pueden verse desde lejos. Los campos inhóspitos anhelan vida de árboles que extiendan sus sombras, vida de flores que alegren su vista, risas y voces que rompan el silencio.

      Nace una idea... una esperanza que se transforma en sueños, sueños que por la determinación del hombre por servir a la juventud y a nuestro Creador, se transforman en realidad. El génesis de nuestra institución se remonta al año 1948, año venturoso cuando, por primera vez, la escuela Agrícola e Industrial del Pacífico abrió sus puertas, siendo su primer director, el Profesor Juan Gil Rodríguez.

La Universidad de Navojoa, cual pilar vigoroso en la formación de la juventud, surge enclavada en el corazón del Valle del Mayo, a trece kilómetros de Navojoa, Sonora, en la carretera que une a la ciudad de Navojoa con Huatabampo. Era una semilla en terreno fértil, terreno que, por la gracia de Dios, fue donado por el Dr. Francisco L. Byerly y que comprende 50 hectáreas de tierra agrícola, edificios y equipo.

Esta empresa que habría de ser grandemente bendecida por el Creador, inició sus actividades con un total de 32 jóvenes. Sólo un año más tarde, recibe el reconocimiento de validez oficial por parte de la Dirección General de Educación Pública del Estado. En 1953, gradúa la primera generación compuesta por cuatro alumnos de secundaria. En 1956, la Liga México-Panamericana y la Asociación Civil Filantrópica y Educativa se asocian en la tarea de apoyar a la escuela y adquieren equipos para que los alumnos cultiven los terrenos.

     El día 13 de abril de 1958, se inauguraron los dormitorios de jóvenes y señoritas. El 2 de septiembre de 1960, se inauguró el auditorio con capacidad para 600 personas. El 2 de septiembre de 1964, se iniciaron las labores académicas en los nuevos edificios, aulas y oficinas administrativas.

      En 1967 deja de llamarse "Escuela Agrícola e Industrial del Pacífico", para adoptar el nombre de "Colegio del Pacífico". En cumplimiento de su elevada misión, el Colegio del Pacífico define su carácter al dar a conocer su slogan : "Educar es redimir". Es entonces cuando se cristalizan los esfuerzos de nuestros pioneros en la búsqueda de una educación integral, que forme al alumno en cuerpo, mente y espíritu.

     La Fábrica de Alimentos Col-Pac, dando un impulso al trabajo manual de los estudiantes, es inaugurada en el período de 1968 a 1969. En 1969, la Universidad de Sonora otorga el reconocimiento oficial a los estudios de Bachillerato, abriéndose así, una mejor alternativa de estudio para la juventud de México. En el ciclo escolar 1971-1972 se construye e inicia sus actividades el nuevo comedor, con capacidad para 400 personas.

 De 1969 a 1995 se construyeron nuevos edificios, oficinas administrativas, viviendas y aulas. En el curso escolar 73-74 tuvimos la distinguida visita del presidente de la República C. Luis Echeverría Álvarez.

     Años más tarde, el 3 de abril de 1995, el Gobierno del Estado de Sonora otorgó reconocimiento de validez oficial de estudios al nivel superior, convirtiéndose en la Universidad de Montemorelos, Campus Colegio del Pacífico.

     El 14 de mayo del año 2001, se le otorgó el reconocimiento de validez oficial por el Gobierno del Estado de Sonora, para nacer como Universidad de Navojoa.

Es así como nuestra querida casa de estudios, hasta hoy, avanza ante los retos que nos imponen las demandas de la sociedad. Creciendo paulatinamente, pero con paso seguro, brindando a la sociedad líderes y profesionales que ahora están en el campo de la producción y a la cabeza de importantes empresas y organizaciones.

     Somos ahora una institución de nivel superior, por lo que superiores deben ser nuestros principios e ideales. Es por ello que nuestra declaración de misión sustenta la preparación de hombres y mujeres de calidad al servicio de Dios y de la sociedad.

     Somos una institución en desarrollo que no es, ni debe ser, concebida sólo en la estructura física de sus edificios puesto que lleva implícita la búsqueda del ofrecimiento de un servicio de calidad al estudiante. Calidad que nos lleve al más elevado propósito de nuestra empresa: la formación de un carácter a la imagen de Dios en nuestros estudiantes, porque estamos "Comprometidos a restaurar los valores eternos".