La visión de la educación tecnológica de cara al siglo XXI deberá considerar en su eje estructural, las necesidades de desarrollo integral de la sociedad congruente con un nuevo milenio y la frontera con un mundo cambiante que precisa de las innovaciones de la ciencia y la tecnología, de los cuales la industria, el comercio y los servicios han hechos suyas para la oferta de satisfactores en un mercado mundial que estará en función de mejores estándares de vida.