Estudiar y Trabajar. La mayor parte de los jóvenes cuando inician estudios en la universidad, por necesidad o buscando independencia económica de su grupo familiar, se encuentra frente al problema de continuar sus estudios, y a la vez, ocuparse en un empleo.
Estudiar y Trabajar, También existen las personas, que por el hecho de tener que trabajar se va dilatando la terminación de sus estudios y cada vez se torna más difícil terminarlos, dentro de ese período, algunos se casan y tienen hijos lo cual incrementa la responsabilidad y los requerimientos de dinero disminuyendo la disponibilidad horaria para el estudio.
Existen también las personas que luego de dejar los estudios superiores por unos años, luego deciden iniciar nuevamente su carrera, pero la época de estudiante quedo muy atrás, la falta de practica sumado a tener que trabajar y estudiar es un gran desafío que cuesta remontar.
Estudiar y Trabajar, Pero el número mayor de alumnos está en la primera etapa de vida, alumnos de 18/19 años ingresando a la universidad, como idea general se puede afirmar que toda experiencia laboral será positiva, en la medida en que tenga conexión o relación con lo que se está estudiando.
Los especialistas en estos temas señalan que, la permanente capacitación laboral es una buena carta de presentación al momento de terminar los estudios y buscar trabajo. “Fundamentalmente, si el estudiante se focaliza en aquello que está necesitando para el tipo de trabajo al que apunta conseguir una vez terminados sus estudios”.
Las preguntas que con mayor frecuencia se hacen los estudiantes que inician una carrera son:
* Qué es mejor, ¿Estudiar o Estudiar y Trabajar?
* ¿Se pueden hacer bien ambas cosas?
* Trabajar, ¿Es bueno para el estudio?
De casa a la oficina, de la oficina a la universidad
Existe una metáfora muy extendida entre los investigadores de educación: «Antes los estudios universitarios eran un trampolín, porque servían para tomar impulso y tirarse a lo más profundo de la pileta, es decir, acceder en mejores condiciones al mundo del trabajo. Hoy los estudios constituyen un paracaídas, pues apenas amortiguan los golpes de una caída».
La consigna que normalmente es escuchada es Estudiar y Trabajar
“Como tendré problemas para conseguir un trabajo, por lo menos hago lo que me agrada y trabajo en la mía”
Capacitación profesional
Puntos claves a tener en cuenta:
1º En este nuevo siglo las posibilidades de trabajo dependen del conocimiento, la capacidad de creatividad e innovación.
2º La incorporación de la informática y la automatización en todos los ámbitos laborales va aumentando, con un ritmo muy superior a las posibilidades de adaptación de las estructuras educativas y sociales.
3º Debe pensar en capacitarse constantemente, orientar lo que se aprenda a las necesidades específicas del puesto que se desea ocupar, estudiar cuáles serán las necesidades de la empresa a corto, mediano y largo plazo y compatibilizar dichos requerimientos con el deseo y el potencial individual es el único camino para el logro de los objetivos.
4º La mayoría de las personas al momento de elegir la capacitación, se olvida del vínculo concreto que debe existir con las habilidades requeridas para el puesto laboral pretendido.
5º Al punto anterior se le agrega el grave problema que, la formación profesional en cualquier país tiene muy poca vinculación con el trabajo concreto que requiere la industria y el comercio.
6º A diario nos encontramos con esta queja constante por parte de las empresas: En general, las carreras de grado no se adecuan a los requerimientos prácticos del trabajo diario que luego deberá enfrentar el profesional.
7º Para la elección de la capacitación, es fundamental conocer las habilidades concretas a desarrollar en el puesto de trabajo en el que uno desea insertarse y a partir de allí agregar a la formación académica todo lo que el puesto requiera.
(1) Estudiar o (2) Trabajar
En estos tiempos las tres alternativas son Estudiar y Trabajar
(3) Estudiar y Trabajar
Hasta hace algunos años no cabía plantear estas tres alternativas. A no ser que la situación familiar fuera holgada y lo permitiera, o el alumno tuviera unas cualidades muy especiales, el futuro de la gran mayoría de los jóvenes era trabajar en lo que fuera cuanto antes.
Estudiar y Trabajar, Pero hoy en día las circunstancias son otras, con la extensión de la educación obligatoria y gratuita a niveles educativos medios, el sistema de becas, el retraso en acceder al mercado laboral y la incorporación de la mujer a todos los sectores sociales y laborales, hacen que cambie notablemente el panorama de la educación y lo laboral.
Antes se asociaba “estudiar” con “hacer una carrera universitaria”. Hoy no: todos los oficios y todos los trabajos exigen una capacitación o preparación profesional, que sólo se consigue con el estudio entrenamiento y la experiencia laboral.